CARRIL HUGO del (1912- 1989)

Entre nosotros ocupó un lugar de privilegio en el plantel de cineastas dignos. Allá por el año 1936 con "Los muchachos de antes no usaban gomina" llegó al cine después de recorrer un largo camino orientado siempre hacia una constante superación.

Hugo del Carril desde la oficina de una compañía de seguros donde comenzara como modesto empleado, pasó a transformarse en cantor popular, escalón donde llegan tantos que no pasan de allí. Favorecido por su figura apuesta y varonil más su real capacidad y talento se convirtió en lo que en el lenguaje popular se llama "galán cantor", llegándosele a considerar el sucesor de Gardel.

Para un hombre sin mayores aspiraciones eso hubiera sido la culminación de su carrera pero Hugo del Carril buscaba algo más que eso convertirse en un verdadero intérprete de cine, llegando a ser un reconocido actor que además sabía cantar.

Aceptado ya como tal, buscó la línea en la que iba a descollar definitivamente "director de cine."

Al convertirse en productor de sus propias películas como "Las aguas bajan turbias", obtuvo una independencia que le permitió realizar films que para los mercaderes del celuloide no consideraban rentable.

Sus producciones, apuntaladas por una probidad sin concesiones, se convertirían rápidamente en un ejemplo de lo que puede lograr el deseo de superioridad de un artista.

"Historia del 900" y "Surcos de sangre" marcaron un indiscutible dominio del oficio y "Las aguas bajan turbias" lo colocaron en uno de los mejores exponentes del cine latinoamericano.

En la realización de esta última no dejó un elemento librado al azar, adaptó el argumento de la novela de Alfredo Varela "El río oscuro", convocó intérpretes, técnicos y todos los demás factores que eran indispensables para una excelente obtención de un film.

Como director emitió sabios mensajes: "no vale el drama de la selva salvaje sino el drama del salvajismo de los hombres desposeídos de sentido humanitario." "No es el paisaje el que ahoga los desheredados sino el poder de los amos y señores y sus auxiliares."

En definitiva, se llevó a la pantalla una temática que a pesar del paso de los años, aún sigue siendo auténticamente nuestra y que Hugo del Carril supo plasmar con fuerte garra dramática.

Con ella obtuvo un puesto en la primera fila de los verdaderos defensores del arte cinematográfico nacional.

En lo personal, padeció la cárcel por razones políticas tras la caída del peronismo, y recién con la llegada de A. Frondizi al poder en 1958 se levantó la prohibición de exhibir su película "La quintrala".

En 1986 fue nombrado "ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires"

 

Bibliografía:

Bettini Juan Carlos: "De la producción cinematográfica nacional" en revista Continente N°68, noviembre 1952.

 

Carril. Calle. Topografía:

Corre de N. a S. paralela a Montevideo 8900.

Carece de designación oficial.

Recuerda a Hugo del Carril, cantor, artista, director y productor cinematográfico.