Los hombres de ciencia han dedicado su vida a aprender y transmitir lo que aprendieron a grupos de trabajo; a crear instituciones; a mejorar la provisión de bibliografía actualizada en las bibliotecas; y a estimular la originalidad y la capacidad de análisis crítico de nuevas generaciones de jóvenes…
Así fue el santafesino Ricardo Calatroni, arquetipo de superación personal pues habiendo egresado de la Facultad de Química y Farmacia en 1911 con el título de farmacéutico, se doctoró en Química y farmacia, ocho años más tarde.
Calatroni amó a los suyos, acogió a sus amigos y conformó a sus alumnos como médico y farmacéutico.
Su sed de conocimientos lo llevó a interesarse por nuevos temas científicos.
Y así estudiando febrilmente, investigó y preparó excelentes obras de medicina como “Función de las vitaminas en la nutrición” y “El problema de la herencia”, ambas publicadas en Santa Fe.
No descansó jamás, más tuvo compensación a sus capacidades y tenacidad al asignársele el curso de Química biológica en el Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de Rosario y poco después la titularidad de dos cátedras de la Escuela de Farmacia y Bioquímica también que atendió hasta su retiro en 1944.
Como jefe del laboratorio del Hospital Nacional del Centenario dedicaba horas investigando en pos de un futuro mejor para la ciencia, y sus teorías sobre medicina supo exponerlas en congresos científicos en representación de la Facultad de medicina de nuestra ciudad.
A pesar de su forma de ser mesurada, Calatroni supo despertar entre sus allegados un gran afecto y admiración por sus alumnos como médico y farmacéutico.
Sólo en la intimidad se dedicaba a la pintura. Así alternaba la ciencia con el arte. Como pintor llegó a exponer obras en el XIV Salón de otoño en 1935.
Aparte con fines filantrópicos y no sociales fue uno de los fundadores el Rotary Club, ejerciendo la presidencia, siendo varias veces gobernador de dicha institución.
Falleció en Rosario el 25 de julio de 1946.
Bibliografía:
Mikielievich Wladimir C: “Diccionario de Rosario” (Inédito).
Calatroni. Cortada. Topografía:
Corre de N. a S. desde 4700 – 4800 a la altura de Juan María Gutiérrez 200 Bis, paralela a calle Abanderado Grandoli.
Se le impuso ese nombre por D. N° 4675 de 1977.
Recuerda al médico y pintor argentino radicado en nuestra ciudad dedicado a investigaciones químicas y biológicas.