El río oscuro borbotó desde las entrañas de sus costas. Hombres extraños habían llegado en su búsqueda. Era el tiempo de la venida del hombre blanco. En efecto desde las primeras expediciones arribadas a comienzos del siglo XVI, el río se constituyó en el eje por el cual penetraron los conquistadores europeos.
Así llegó al Río de la Plata en enero de 1536, la expedición de don Pedro de Mendoza y después de reconocer ambas orillas, el 3 de febrero fundaría el puerto de Santa María del Buen Aire, confiriéndole una sugestiva apariencia de leyenda: chozas, corrales, talleres, depósitos y capilla en torno a un espacio central abierto a guisa de plazoleta cruzada por soldados, frailes, y 72 caballos (que habían logrado sortear las penurias de la navegación transoceánica), mientras su jefe no descendió nunca de la nave capitana.
Ese asentamiento hispano fracasaría frente a la población nativa, por efecto de las balas cambiadas por flechas, por el dominio sobre alguna mujer, nuevos miedos de las alimañas y fatalmente la hambruna.
No tardaron en romperse las relaciones amistosas entre los querandíes y los blancos surgidos del mar, conflicto que culminaría en un enfrentamiento mortal entre arcos, flechas y lanzas y arcabuces, ballestas y espadones.
Al ver que la situación empeoraba, el Adelantado envió a su hermano Gonzalo hacia el Brasil en busca de provisiones, mientras que a Juan de Ayolas con tres naves, a remontar el Paraná buscando la ruta hacia "la Sierra de la plata".
Éste, lejos del desastre y ajeno del exterminio de los hispánicos en Buenos Aires, navegó río arriba con 270 tripulantes por el río Carabelas, el arroyo de las Tortugas y el ancho Paraná en demanda de los timbúes que habían diezmado Sancti Spíritu, hasta encontrarse casualmente con Jerónimo Romero - antiguo marinero de Gaboto - quien había logrado la buena voluntad de los indígenas.
Desistió Ayolas de continuar hacia el norte fundando un nuevo asentamiento que llamó Corpus Christi, el 15 de junio de 1536. Lugar donde la pacífica relación con los naturales, le permitió regresar a Buenos Aires con las bodegas repletas de alimentos.
Por entonces, Mendoza estaba a punto de partir para España, pero el entusiasmo de aquél, hizo que prorrogara el regreso embarcándose con 400 hombres rumbo al Carcarañá dejando atrás el infernal asiento del estuario barroso donde las alimañas, los pastos y los desperdicios fueron los habituales alimentos de esa gente acosada continuamente por el griterío de las indiadas ensoberbecidas.
Según Schmidel: “A pesar, que ya no podía mover ni manos ni pies" el 15 de septiembre de ese año fundó un nuevo fuerte que llamó Buena Esperanza, lugar donde dejó a Ayolas con el cargo de teniente gobernador con la misión de encontrar el feudo del "Indio Dorado".
Éste decidió dirigirse hacia el norte con ciento treinta voluntarios de probada fuerza pues debían remontar los dos bergantines a remo, a vela, tirando de la sirga o a pie entre costas barrosas y empinadas bajo un sofocante clima de octubre. Así remontó el río Paraná y Paraguay hasta llegar el 2 de febrero de 1537 a un puerto que llamó Nuestra Señora de la Candelaria.
La magnética atracción del metal precioso como era el oro, otra vez hizo a Ayolas lanzarse hacia el oeste dejando a Martínez de Irala al mando de unos pocos hombres (entre ellos el cronista Ulrich Schmidel, con la orden de esperarlo cuatro meses).
La aventura de Ayolas fue un verdadero vía crucis pues duró trece meses.
Según datos orales es probable que hubo llegado hasta los contrafuertes andinos porque al regresar a la Candelaria portaba muestras de oro y plata.
A su llegada solo encontró desolación y muerte decidiendo construir arrimadizos de paja en que guarecerse.
Los indios payaguás, resentidos por los abusos de Irala y codiciosos del cargamento e oro y plata lo exterminaron.
Determinan documentos hispánicos de la época: “Sábese perfectamente por declaraciones de indios que intervinieron en aquellos hechos, que entre marzo y abril de 1538, Ayolas volvió con el oro que buscaba más la traición salvaje acabó con él y su gente”.
DATO CURIOSO PARA LOS ROSARINOS:
CALLE AYOLAS
El enigma de calle Ayolas: por qué se llama Uruguay pasando San Martín.
Rosario tiene su historia, mitos y verdades. El cambio de nombre de esta emblemática calle de la zona sur pudo tener oscuras razones políticas
Mila Kobryn nos dice:
Los pilotos de las Fuerzas Armadas Argentinas que bombardearon la Plaza de Mayo (provocando 308 muertos y 700 heridos) se refugiaron en Uruguay, que le brindó asilo a esos militares. Según se aseveraba entre los vecinos de barrio Tablada, pocos años después y ya bajo el gobierno de facto, la Municipalidad de Rosario decidió cambiar el nombre a la calle Ayolas por Uruguay, en honor a esos pilotos asesinos.
Sin embargo, los cambios de nombres de los barrios y las calles no son fáciles.
El poder puede pretender la imposición de un nombre, pero después la gente puede o no aceptarlo. Y este fue el caso, según sostiene la leyenda. Arraigados en la tradición y la historia de los vecinos, el reemplazo de Ayolas por Uruguay no fue bien recibido. Es que Tablada era por eses entonces un reducto peronista, uno de los escenarios de la Resistencia, aquel movimiento de bases que salió a enfrentar a los militares que habían derrocado a Perón. A tal punto fue el rechazo a la nomenclatura Uruguay, según este relato, que los vecinos lograron que el municipio repusiera el nombre Ayolas al menos en el tramo que cruza el barrio Tablada, es decir desde San Martín al río.
Existe un decreto municipal que da cuenta de que los vecinos de barrio Tablada rechazaban el cambio de nomenclatura de Ayolas por Uruguay, pero nada se explicita sobre los motivos.
La voz del barrio Tablada:
“Eso siempre se dijo en mi casa. Mi papá lo decía indignado, que habían cambiado el nombre de Ayolas porque Uruguay había respaldado el golpe contra Perón. La gente del barrio pensaba que era así, un homenaje a Uruguay que había permitido el aterrizaje de esos aviones tras el bombardeo de Plaza de Mayo”, relata Berta Temporelli, quien escribió un libro sobre la historia del barrio Tablada.
La voz del barrio Tablada.
“Eso siempre se dijo en mi casa. Mi papá lo decía indignado, que habían cambiado el nombre de Ayolas porque Uruguay había respaldado el golpe contra Perón. La gente del barrio pensaba que era así, un homenaje a Uruguay que había permitido el aterrizaje de esos aviones tras el bombardeo de Plaza de Mayo”, relata Berta Temporelli, quien escribió un libro sobre la historia del barrio Tablada.
Los rumores del cambio de nomenclatura de Ayolas por Uruguay eran tan fuertes que en el barrio se comenzó a temer por el nombre de la plaza Eva Duarte de Perón, ubicada en Ayolas entre Ayacucho y Colón. “Cuando salió el decreto de la entonces dictadura que prohibía cualquier mención al peronismo, en el barrio comenzaron a tener miedo de que le fueran a poner a la plaza algún nombre vinculado a Uruguay. Entonces, rápidamente, a uno se le ocurrió adelantarse y proponer el nombre Remedios de Escalada, ya que el barrio, en realidad, se llama General San Martín”, apunta Temporelli, que vivió su infancia y juventud en Tablada.
También recuerda que Tablada era un barrio "muy peronista", que el derrocamiento de Perón volcó a los vecinos a las calles y recién cuando llegaron los tanques de guerra pudieron frenar las protestas. A raíz de esos días combativos se dice que Perón bautizó a Rosario como la capital del peronismo. Sin embargo, la mujer que actualmente tiene ochenta años aclara: "No todos lo eran, había demócratas progresistas y muchos radicales".
¿Qué dicen los archivos? El decreto municipal 20.762 publicado en agosto de 1957 determinó el cambio de calle Ayolas por Uruguay "en justo homenaje al baluarte de la democracia en nuestro continente". Allí mismo se señaló que otras cuatro calles de Rosario llevarían el nombre de distintos personajes públicos uruguayos.
El decreto 28.003 de octubre de 1962 fue el que le devolvió el nombre de Ayolas al tramo que va desde avenida San Martín hasta el actual acceso Sur. Si bien se señaló que los vecinos no estuvieron de acuerdo con el nombre Uruguay y que exigieron la restauración de la nomenclatura original, en ningún momento se esgrimieron la razones de ese rechazo. En cambio, se puede leer: "El nombre original, aquel que tradicionalmente conoce el pueblo, subsiste en el ánimo de todos, relegando a un segundo plano (...) a la nueva designación".
La versión del historiador Wladimir Mikielevich:
Una tercera fuente muestra que, sin embargo, hay algún misterio rodeando la discusión Ayolas-Uruguay. El legendario historiador Wladimir Mikielievich escribió sobre este suceso y apuntó que en 1957 el municipio justificó el cambio de nombre de esa calle señalando que Rosario "no había sido justa con el país vecino y que no existía ninguna calle que llevara su nombre siendo que todas las repúblicas del continente habían sido incluidas".
Sin embargo, en los archivos documentales del Museo de la Ciudad se puede leer que el historiador escribió: "Esta falsa afirmación quedó en evidencia al dictarse el mismo año el decreto número 20.762, cuando se sustituyó el nombre de Uruguay que tenían cuatro distintas vías públicas por la de los ilustres uruguayos Joaquín Suárez, Lorenzo Batlle, Aparicio Saravia y José Enrique Rodó. También era falsa la afirmación de que todas las repúblicas del continente habían sido incluidas en ella, por cuanto se encontraba excluido el nombre de Venezuela".
Rosario.
Lo cierto es que hasta el día de hoy la calle sigue estando dividida en dos. Uruguay y Ayolas, separadas por San Martín, comparten un espacio de la ciudad. Y la leyenda sobre las razones de este cambio de nomenclatura se mantiene a través del tiempo-
Bibliografía:
Gandía Enrique de: "Historia del Gran Chaco." Madrid - Buenos Aires, 1929.
Gandía Enrique de: "La ciudad encantada de los Césares." Buenos Aires, 1932.
Lafuente Machain Ricardo de: "Los conquistadores del Río de la Plata." Buenos Aires, 1943.
Ayolas. Avenida. Topografía:
Corre de E. a O. desde 200 Bis al 5699, a la altura de 1° de Mayo 3300; Av. Francia 3300 y Av. Rouillón 3400.
Se le impuso ese nombre desde su apertura, designación ratificada por la Ord.3 del año 1958.
En 1958 se le sustituyó la denominación de República Oriental del Uruguay, y en 1962 por D. 28003 se le restituyó el nombre primitivo de Ayolas al tramo comprendido entre las Av. Belgrano y San Martín, conservando el de Uruguay el tramo que se extiende desde la Av. San Martín hacia el Oeste.
Recuerda al expedicionario Juan de Ayolas (1493 - 1538), que llegara al Río de la Plata acompañando al adelantado don Pedro de Mendoza.