AQUINO PEDRO LEÓN (1812-1852)

En 1812  nació en San Luis del Palmar, provincia de Corrientes, Pedro León Aquino y Gainza, un niño con alma de guerrero; a lo largo de su vida la guerra significaría “morir o matar”.


Obtuvo una muy buena educación y se enroló en 1825 en el ejército argentino que participó en la guerra del Brasil, combatiendo  en las batallas de Ituzaingó y Camacuá.
De regreso a Buenos Aires, participó en la revolución del general Juan Lavalle, unitario de ley, contra el gobernador Manuel Dorrego, y combatió en la batalla de Navarro.


Posteriormente se incorporó al ejército con que el general José María Paz invadió la provincia de Córdoba, y participó en las batallas de San Roque, La Tablada, Oncativo y La Ciudadela.


Durante un tiempo permaneció refugiado en Bolivia, pero hacia 1832 regresó a Buenos Aires, donde  se pronunció por la fracción moderada del partido federal que respondía al gobernador Juan Ramón Balcarce, y su casa fue atacada por la Mazorca.


Huyó a Montevideo en 1835, y de allí pasó a su provincia natal, Corrientes, donde combatió a  las órdenes del gobernador Genaro Berón de Astrada en la batalla de Pago Largo,  huyendo después nuevamente al Uruguay.


Hizo la campaña de Lavalle comenzada en 1839, y peleó en Yeruá, Sauce Grande, Don Cristóbal, Quebracho Herrado y Famaillá. Acompañó los restos de Lavalle a Bolivia, y de allí pasó a Chile.


Muerte de Aquino y venganza de Urquiza
Se embarcó rumbo a Montevideo junto con Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre, permaneciendo exiliado hasta que llegaron a  Chile, las noticias del Pronunciamiento de Urquiza contra Rosas a mediados de 1851.


Aquino, decidió formar parte de la cruzada contra Rosas y  en ese mismo año se incorporó al Ejército Grande de Urquiza, el que acampó en “El Espinillo”, a una legua y media del Rosario, en las inmediaciones del arroyo Ludueña, desde diciembre de 1851 a enero de 1852.


Durante la estadía el comandante Mitre se encontró con Aquino para mantener sabias charlas, recordando anécdotas vividas en Chile.


“El Espinillo” ofrecía abundante recursos para tropas y ganado.


Terreno ubicado en el actual barrio Alberdi en la manzana delimitada por las calles Álvarez Thomas, Mazza, Freyre y Superí, al Oeste de la plaza Santos Dumont.


Allí se estructuraron en forma definitiva las grandes unidades bajo el mando de los generales Aráoz de Lamadrid, Virasoro, Hornos y Avalos y los coroneles Vadía y Urdinarrain.


El general Justo José de Urquiza  lo incorporó al Ejército Grande con el grado de coronel, y lo puso al mando de un batallón de caballería – en esa época estas unidades de caballerías se llamaban "divisiones".


Éste batallón estaba formado por soldados que habían prestado servicios en el sitio de Montevideo a órdenes del gobierno de Juan Manuel de Rosas.


Habían sido incorporados a la fuerza al Ejército, lo que era normal en la época, para luchar contra el gobierno de Rosas, a quien reconocían como su líder natural.
Cada mañana y cada atardecer un ayudante de Aquino, iba al Cuartel General, a orillas del Ludueña, llevando el parte de novedades.


Al frente de ese batallón comenzó la campaña hacia Buenos Aires, tratando además con suma crueldad a sus soldados.


Cuando algunos de estos hombres, que habían sido federales, reclutados a la fuerza para luchar contra quien había sido su líder, intentando  desertar, fueron fusilados.


Una madrugada de enero de 1852, otros   soldados de su división, atacaron a Aquino y lo asesinaron, junto con todos los oficiales de su cuerpo.


Un día, Mitre junto con el ayudante que había llevado el parte de la tarde, se encaminó hacia el campamento de Aquino.


Después de extraviarse y volver a encontrar la senda, arribó a un ámbito de silencio, desolación y muerte.


Al desmontar vieron un cuerpo junto a la carpa de Aquino y pensaron en un soldado borracho, pero al darlo vuelto descubrieron que era el propio coronel asesinado.
Sólo unas horas más tarde, otros cadáveres fueron descubiertos por otros oficiales.


Los asesinos soldados federales, a mitad de camino entre Pergamino y San Nicolás de los Arroyos, a bastante distancia del grueso del Ejército, sin problemas, huyeron sin ser vistos ni oídos.


Uno de los soldados había cometido el error de dejar vivo a un oficial, que contó que no habían sido atacados por los propios soldados  ex –federales.


 Con dificultades arribaron al campamento de Rosas en Santos Lugares y se negaron a desmontar de sus caballos hasta ser recibidos por el mismo general Rosas.


Más tarde pelearon en la batalla de Caseros como soldados de Rosas.

 

aquino.html

 

 

Bibliografía:
De Santis, C.: “Rosario y sur de Santa Fe”.
González Arrili: “Historia de la Argentina según la biografía de sus hombres”.
Udaondo: “Diccionario biográfico argentino”. Buenos Aires, 1938.

Aquino. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S.  desde la calle Paso a French.
Se le impuso ese nombre por D. 21748 de 1958.
Recuerda al coronel argentino Pedro León Aquino y Gainza (1812-1852) destacado miembro del partido unitario, que fue asesinado por sus propios soldados poco antes de la batalla de Caseros.
 En venganza por su muerte, el general Urquiza ordenó ejecutar a todos los soldados de su división después de esa batalla.