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Expresa Guadalupe Palacio de Gómez: “La mitología griega es el conjunto de mitos y leyendas pertenecientes a la cultura de la Antigua Grecia, que tratan de sus dioses y héroes, la naturaleza del mundo, los orígenes y el significado de sus propios cultos y prácticas rituales. Formaban parte de su religión, que tenía como objeto de culto básicamente a los dioses olímpicos.


Los investigadores modernos recurren a los mitos y los estudian en un intento por arrojar luz sobre las instituciones religiosas y políticas de la antigua Grecia y su civilización, así como para entender mejor la naturaleza de la propia creación de los mitos.​


La mitología griega aparece explícitamente en una extensa colección de relatos e implícitamente en artes figurativas tales como cerámica pintada y ofrendas votivas.


Los mitos griegos intentan explicar los orígenes del mundo y detallan las vidas y aventuras de una amplia variedad de dioses, héroes y otras criaturas mitológicas. Estos relatos fueron originalmente difundidos en una tradición poética oral, si bien actualmente los mitos se conocen principalmente gracias a la literatura griega.


Los griegos tenían numerosas deidades, como en todos los pueblos antiguos.


Les faltaba el sentido de lo infinito y de la eternidad y no concebían un Dios único por el cual la Tierra no es sino un peldaño y el cielo es la vida después de la muerte.


Toda fuerza de la naturaleza: el aire, el sol, el mar; eran para ellos, una deidad. Y cada uno de esos dioses tenían una figura propia y atributos. Así lo imaginaron sus fieles y así los representaron los escultores.
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Apolo dentro del Olimpo fue un dios privilegiado pues era el dios de los pastos, de los rebaños, de la salud, de la juventud, de los ejercicios corporales, de la luz como el sol, de la poesía, de la música  de la profecía y las artes como también del tiro con arco,
Tanto en la mitología griega, como en la romana Apolo fue uno de los más importantes y multifacéticos dioses olímpicos, así como en el neohelenismo moderno.


Apolo era hijo de Zeus y Leto y hermano mellizo de la cazadora casta Artemisa y su historia de vida fue así: El más poderoso de todos,  “Zeus” el dios del cielo y de la luz, se enamoró de Leto (Latona) hija de un titán. Hera para vengarse de ella por el amor que había inspirado a su esposo, concitó en su contra a la serpiente Pitón, monstruo terrible, nacido del limo que había dejado las aguas del Diluvio.


La serpiente la perseguía sin darle punto de reposo, ni Latona podía encontrarla porque Geo, la Tierra, negó todo asilo a la fugitiva; hasta que ésta llegó a orillas del mar donde Neptuno o Poseidón la condujo a una isla flotante que él mismo afirmó como refugio seguro.


Allí a la sombra de un olivo, dio Latona a luz dos mellizos, hijos Apolo o Febo hermoso como el sol y Diana o Artemisa graciosa y serena como la luna.


Apolo, vengando así a su madre, la mató con sus flechas, donde se erigió el oráculo que tanta fama había de tener en toda Grecia, y en recuerdo de su victoria plantó un laurel, cuyas hojas fueron desde entonces el emblema de la victoria.


Cupido un día disparó una flecha con punta de oro que fue a clavarse en el corazón de Apolo, quien al punto que se enamoró de la ninfa Corónide, con quien tuvo un hijo Asclepíades o Esculapio, tan hábil en el arte de la medicina que resucitó a Hipólito, hijo de Teseo, rey de Atenas y Plutón temiendo que dejara vacíos los infiernos se quejó de ello ante Júpiter quien fulminó con un rayo a Esculapio.


Apolo desesperado se refugió en la corte de Admito, rey de Tesalia quien le confió la guarda y pastoreo de sus rebaños. Para distraerse perfeccionó la flauta, inventó la lira y adquirió habilidad en el arte de la música.

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Como patrón de Delfos (Apolo Pitio) era un dios oracular, la deidad profética del Oráculo de Delfos.


La medicina y la curación estaban asociadas con él, ya fuera directamente o por mediación de su hijo Asclepio.


Como jefe de las Musas (Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Hermes creó la lira para él, y el instrumento se convirtió en un atributo común de Apolo. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanos.


En su peregrinación sobre la tierra, Apolo encontró a la ninfa Dafre de quien se enamoró y a quien su padre metamorfó en laurel, es por eso que el Dios quiso llevar por siempre su testa ceñida de laureles.


Cumplido el año de destierro, Zeus su padre le dio el honroso encargo de guiar el carro del Sol.


Satisfecho de la destreza con que su hijo guiaba el Carro del Sol, le confió en premio, la agradable misión de cultivar todas las artes del entendimiento humano, acompañado de las nueve Musas, cada una de las cuales tenía un particular talento.

 

 

Bibliografía:

Enciclopedia Universitas. Tomo II.  Salvat Editores, 1959.

Aubert A., Durif F.: Edit. Kapelusz. 1962.

 

Apolo. Pasaje. Topografía:

Corre de E. a  O.  de 1900 a 1999,  a la altura de Spegazzini 4100.

Carece de designación oficial.

Recuerda al dios griego Apolo.