ÁNGEL GUIDO (1896-1960)

 Fue uno de los hijos más meritorios de Rosario en donde viera  la luz en 1896, en un hogar tradicionalmente inclinado a las Bellas Artes. Como testimonio de ello lo dice la denominada obra “Primitivos habitantes del siglo XVII XVIII” que tapizaba los muros de su vivienda paterna, salones plagados de imágenes de sus ancestros, más un  Cristo potosino del siglo XVII, con aureolas de rayos de plata de un valor incalculable.


A Guido se lo conoce por ser uno de los creadores del Monumento Nacional a la Bandera. En 1939 ganó, junto con Alejandro Bustillo, un concurso de anteproyectos que representaba el tercer intento por construirlo. Así, después de 85 años desde que se concibiera levantar el Monumento por primera vez y de dos frustrados proyectos, de 1872 y de 1909, la obra se inauguró en 1957.

En la propuesta que habían presentado Guido y Bustillo, el Monumento funcionaba como el remate de un eje cívico que partía desde el ingreso a Rosario por el río Paraná y atravesaba el Parque Nacional a la Bandera. Sin embargo, debió transcurrir mucho para que esa unidad se concretara. El primer paso, en 1997, fue la unión del Monumento con el Mástil Mayor. A esa obra le siguió la construcción de una explanada que la Municipalidad habilitó en 2005 buscando enlazar los tres espacios: Monumento, Parque Nacional a la Bandera y Estación Fluvial.


Y el tercer paso se cumplió en 2006 con un nuevo acceso a La Fluvial que incluyó el trazado de ingresos peatonales y de vehículos, la instalación de equipamiento urbano y luminarias, trabajos de jardinería y una renovación paisajística adaptada al material histórico preexistente en el sitio.


Por entonces, su nombre quedará permanentemente unido a la ciudad por ser el autor principal de una de las maravillosas obras arquitectónicas contemporáneas: “El Monumento Nacional a la Bandera” de la Patria, inaugurado el 20 de junio de 1957.

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Ángel Guido cursó sus estudios en la Universidad de Córdoba graduándose como ingeniero civil en 1920 y como arquitecto en 1921.


Desde ese momento fue su actividad muy intensa, sostenida por su destreza artística, tanto en la docencia superior como en sus múltiples facetas literarias, además de  su capacidad como conferencista muñida de vasta erudición.


Apenas creada la Universidad del Litoral fue designado profesor de historia de la arquitectura y de otras asignaturas. En 1948 fue nombrado Rector de esa Casa de Estudios, cargo que dejó dos años después para la realizar los planos reguladores de Rosario, Mar del Plata, Salta, Tucumán y el proyecto de la Ciudad Universitaria de nuestra ciudad, además de otras obras importantes.


Asimismo se le debe el proyecto premiado del Monumento a la Batalla de San Lorenzo, de alta calidad artística en su límpida concepción.


 Como escritor se dio a conocer como poeta en 1922, escribiendo ensayos muy meritorios, aunque dejaría pronto esa área de la literatura para ceñirse a la prosa, en la que produjo “La fusión hispano indígena” impregnando a esa obra del profundo respeto que sentía por los pueblos originarios.


Guido compartía pensamientos con su amigo Ricardo Rojas y ambos escribieron sobre la influencia indígena en el arte colonial mexicano por encargo del gobierno de Méjico.


 En su producción literaria con seudónimo “Onir Asor” escribió con  una extraña novela simbólica bajo el título de: “La ciudad  del pueblo petrificado”, donde mostraba su polifacético quehacer y su magnífica personalidad.


Más su fe y optimismo hacia el futuro del país y del continente, la sencillez, el señorío de sus maneras, más la cordialidad en el trato  con su entorno, a pesar de los sinsabores que debió arreciar para la concreción del Monumento.


 Ángel Guido falleció en Rosario, el 29 de mayo de 1960 y sus restos mortales descansan en el cementerio “El Salvador”, a  la vera de la calle mayor.


En el primer aniversario de su muerte, sus amigos colocaron en su tumba una placa de bronce, que dice: “Forjador de belleza, maestro, rector, ingeniero, arquitecto, urbanista, historiador, conferencista, realizador de de obras de trascendencia continental. Creador del Monumento y Parque Nacional a la Bandera de nuestra ciudad”.

Otras obras en la ciudad:
En arquitectura, Guido es considerado como un referente del movimiento neocolonial. Fue autor de numerosísimas obras en todo el mundo, y en Rosario aún se destacan la llamada Casa Fracassi (Esq. de San Luis y Corrientes) la cual perteneció al Doctor Teodoro Fracassi, la sede del Club Gimnasia y Esgrima (Laprida al 900), y la vivienda de Montevideo 2112. Entre los otros muchos trabajos que Guido dejó en el campo de la arquitectura argentina figuran, además, la elaboración de los planes reguladores de Rosario, Mar del Plata, Salta y Tucumán, y el proyecto de la Ciudad Universitaria de Rosario en 1950.

 

 

 

 

Bibliografía:
 Héctor Sebastianelli  en “Rosario. Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo 1. Editorial Rosario, 1951.

Ángel Guido. Topografía:
El Honorable Concejo Deliberante de Rosario aún no ha honrado su trayectoria colocando su nombre a una de las arterias de la ciudad.