Según la nomenclatura tradicional de habla hispana siempre aceptado por los europeos y diversos grupos que reivindican la antigüedad de esta parte del planeta y sus primitivos pueblos por otro lado tan antigua como cualquier otro continente.
La polémica sobre la denominación del continente ha motivado diversos cambios de nomenclatura a este nivel, y hasta hoy sigue siendo objeto de polémica entre distintos sectores, sobre todo en la lengua española.
En el uso tradicional, refiriéndose a los naturales de América como continente.
Refiriéndose a los ciudadanos de Estados Unidos, uso que deriva de la influencia lingüística inglesa, mientras gran número de habitantes usan el español.
La denominación de “Latinoamérica” que pretende abarcar, además del español, aquellos países cuyos idiomas mayoritarios son el francés, como Haití, y el portugués, como Brasil.
La denominación de un único continente “América”, abarca los nombres y la visión de varios, partiendo desde México hacia Tierra del Fuego, Argentina.
La región mesoamericana a veces es confundida con Mesoamérica, a pesar de que ambas regiones son completamente diferentes.
En estas cuestiones, los puntos de vista son divergentes. Según la nomenclatura tradicional de habla hispana, América es el nombre de uno de los continentes de la Tierra, nombrado así por los europeos después de su descubrimiento, y aceptado como modelo continental oficial por los habitantes hispanoparlantes de dicho continente, en especial por aquellos con una cultura o etnia de origen latino.
Sin embargo, no es siempre aceptado por los indígenas y diversos grupos que reivindican la antigüedad de esta parte del planeta, por otro lado tan antigua como cualquier otro continente.
En el idioma inglés y otras lenguas no latinas no existe ningún continente llamado “América” pues se le considera dos continentes. Lo más cercano en lengua inglesa sería: The Americas; sin embargo, aunque el gentilicio American refiere normalmente al nativo del país Estados Unidos de América, también puede usarse en inglés para el nativo de The Americas, como se usa en el caso del nombre inglés de la OEA; the Organization of American States.
La polémica sobre la denominación del continente ha motivado diversos cambios de nomenclatura a este nivel, y hasta hoy sigue siendo objeto de polémica entre distintos sectores, sobre todo en la lengua española.
La Real Academia Española recomienda que se debe evitar el uso de la palabra “americano” para referirse exclusivamente a los habitantes de Estados Unidos. En sus propias palabras: “No debe olvidarse que América es el nombre de todo el continente y son americanos todos los que lo habitan”, aunque esto solo tiene validez oficial lingüística en países de lengua española.
Nos dice Roberto Levillier en su Historia Argentina Tomo I, pág. XXII y sig.
"El traslado de la civilización occidental europea al continente americano, desde Méjico a la confluencia de los dos océanos, es uno de los acontecimientos más asombrosos de la aventura humana.
Y lo más sorprendente fue el hecho de que marcharan junto a las columnas de hombres de armas, otras igualmente briosas sin más que un breviario en las manos, acompañándolos abnegadamente para alentarlos y transmitir al indígena normas morales que ignoraban."
Tenían los misioneros el ímpetu de los conquistadores, pero con la diferencia que protegían después a los vencidos. A menudo, no sin martirios previos, perdían la vida en tierras alejadas de todo socorro.
La educación que impartían hizo que la crueldad de los aborígenes se apaciguara poco a poco, alejándolos de las venganzas, la idolatría, la antropofagia de algunos y de otras modalidades viciosas que les parecían naturales.
Las órdenes religiosas durante la conquista se sucedieron sin descanso, llegando sin temor a estas tierras del Nuevo Mundo, donde el hombre americano sufriría transformaciones a través de cuatro períodos:
1° - los siglos prehistóricos abarcan cuando los hombres pertenecieron a razas primitivas autóctonas, cuyos usos y costumbres, cultos, guerras, técnicas de caza y pesca, artes e industrias aún subsisten en rastros encontrados por los arqueólogos.
2° - La época de la llegada de los blancos a las islas y a tierra firme de América, sus luchas y servicios seguidas de gobernaciones complementarias y organización darían la sorprendente mezcla de sangre forjándose durante tres centurias, una raza nueva con castas y aleaciones similar en las distintas latitudes.
Los códigos prohibían el amancebamiento, pero las poblaciones americanas habrían ido desapareciendo, si los varones no hubiesen considerado la relación entre ambas razas como un fruto natural de la conquista y además un ejemplo de generosa convivencia humana.
3° - La primera década del siglo XIX se caracterizó por la sublevación de los hombres de numerosas naciones de América que se negaron a reconocer la legalidad de la Junta de Sevilla. De regreso al trono, Fernando VII sería prepotente, impolítico y lejos de apaciguar y atraer, distanció más desatándose una guerra cruenta entre los ejércitos de ambos mundos hasta imponerse la independencia y transformarse los pueblos emancipados en estados soberanos.
4° - En la cuarta etapa, se sucedieron luchas intestinas por no aceptar los hombres el régimen político establecido. El resultado de estas discordias sería el aislamiento de las provincias cayendo bajo el despotismo de caudillos populares, y finalmente el aprovechamiento del caos por un tirano cuya voluntad sería absoluta hasta que sus abusos provocarían la unión de las fuerzas antes dispersas hasta derribarlo.
Ese triunfo permitió a los hombres de la Nación contemporizar y solidarizarse, adoptando una Constitución democrática y federal. E
n pocos años con la paz y la irrupción de inmigrantes laboriosos, el país conocería la prosperidad y el progreso.
En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX gracias a gobernantes capaces y leyes civilizadoras en América desde el Norte al Sur, se produciría el advenimiento de personalidades que en el gobierno, el parlamento, el periodismo, la docencia y las letras crearían un notable ascenso material e intelectual, el mismo que los prohombres de la emancipación habían presentido.
Bibliografía:
Levillier Roberto: Historia Argentina. Tomo I. "España y los pueblos de América". Buenos Aires. 1968.
Americano. Pasaje. Topografía:
Corre de n. a S. desde el 4200 hasta 4399 a la altura de Fragata Sarmiento 3000.
Corre de N. a S. desde 1900 hasta 1199 a la altura de Pasco 500.
Se le impuso ese nombre por Ord. 3 de 1905.
Recuerda la evolución del hombre americano a través de los tiempos.