El valle de Catamarca es una gran hondonada abierta hacia las Salinas Grandes, enmarcada por las prolongaciones meridionales del Aconquija, donde el paisaje mezcla sierras, bolsones y valles.
Flanqueado al Este por la cadena del Alto o Ancasti, al Oeste la de Ambato se extiende por más de doscientos kilómetros donde la vertiente es una escarpa muy abrupta pero resuelve en una serie de crestas y cordones secundarios entre los que se encierran especies herbóreas en planicies altas como la del Rodeo, que al recibir vientos del noreste, concentra población y cultivos.
Primitivamente el agua “el agüita” del indio precolombino, hacía crecer pequeños oasis de cultivos.
Ambato proviene del quichua “ampatu” cuya traducción es sapo, no tiene significación real entre el nombre de la sierra y su presencia.
Delimita al valle separándolo de la cuenca del Pipanaco. Más elevado que el Ancasti alcanza los 4000 metros, prolongándose hacia el norte de El Manchao y Huañomil.
Sobre la vertiente oeste, la acción incisiva de las aguas torrenciales de los ríos temporarios ha excavado estrechas y profundas quebradas.
Los materiales producidos por la erosión han sido depositados en amplios canos de deyección al pie de la sierra donde los lugareños fijan sus viviendas. Los jóvenes abandonan el valle nativo en busca de mejores condiciones de vida en centro más poblados.
Actualmente se están plantando”especies del desierto” donde los amantes de su tierra, arraigados a sus ancestros, realizan cultivos tradicionales: olivo, maíz, trigo, vid, cebada, y crían ganado caprino y caballar. Dedican también su tiempo a industrias domésticas como telares, alfarería, tallado de madera, así como construyen y tocan algún instrumento.
El Ambato no sólo es un paisaje sobrecogedor sino que en sus entrañas encierra minerales, con algunas vetas que yacen muy hondo.
Entre Ambato y la sierra de Gracia o Graciana corre el Río del Valle que constituye uno de los capitales hidráulicos más importantes de la región. Bastan precipitaciones desusadas para que los ríos y arroyos se colmen de agua, arrastrando gran cantidad de sedimento, especialmente arcillas.
Es tal la magnitud de estos depósitos de material sedimentario acarreado por las aguas torrenciales del río que la pendiente disminuye convirtiendo el relieve del predominio de grandes bloques rocosos a la de rodados de menor tamaño, para culminar finalmente en hondonadas en las que aparece el loess, limo fino que la corriente ha tardado más en depositar.
Es este polvo ligero, casi impalpable, el que enturbia el aire cuando es levantado por el viento remolinado que sopla en el ancho, chato y recalentando el fondo de la cuenca.
La aridez confiere especial significación al viento, importante modelador de los paisajes.
Para frenar la erosión eólica y el avance de las arenas, que deterioran la infraestructura urbana y rural de esta zona, actualmente se están implementando técnicas de forestación para fijar el suelo y los médanos, como también el aprovechamiento de la fuerza de los vientos para generar energía eléctrica.
Bibliografía:
Latzina F.: "Geografía de la R. Argentina." 1888.
Sapiens: "Enciclopedia Ilustrada de la Lengua Castellana." Tomo I. Edit. Sopena.
Ambato. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S. desde 500 Bis al 599 Bis entre J.J. Paso y Bv. Argentino.
Se le impuso ese nombre por D. N° 4669 del año 1977.
Recuerda a la sierra de la provincia argentina de Catamarca.