ALFONSÍN RICARDO RAÚL (1927-2009)

 La derrota  de Argentina  en la Guerra de las Malvin as significó el desmoronamiento der régimen militar.


Los integrantes de gobierno militar se vieron obligados a entregar el poder a un gobierno constitucional.


 Pensaron que podían condicionar el proceso de transición a la democracia, más chocaron  con la negativa de las principales fuerzas políticas y sociales no dispuestas  a aceptar un gobierno débil y desacreditado por sus fracasos.


 De acuerdo con esta situación, el gobierno militar dictó una autoamnistía, para evitar  un eventual juicio.


La oposición civil buscaba definir  sus alternativas electorales: El peronismo propuso la candidatura de Ítalo Luder, apoyado por el sindicalismo, pero no prosperó.
 En cambio a  la muerte de Balbín (setiembre 1989) una nueva línea de dirigentes radicales jóvenes venía  apoyando  un cambio y la transformación del tradicional discurso, programa que se institucionalizó con la consolidación de la conducción alfonsinista.


Los grandes lineamientos del nuevo radicalismo tenían como objetivo lograr el desarrollo del país en forma integral para una sociedad mejor.


 En las elecciones de 1983, la fórmula Raúl Alfonsín – Víctor Martínez  se impuso con cerca del 52 % de los sufragios.


El 30 de octubre de 1983 a las 8 de la mañana las urnas fueron abiertas a la ciudadanía y a las 18 finalizaron su tarea, las mesas electorales.

El recuento de votos dio el 52 por ciento de los votos al binomio Alfonsín – Martínez contra el 40% de la fórmula justicialista Luder – Bittel.


El 10 de diciembre de ese año Alfonsín asumió la presidencia de la Nación, siendo el trigésimo tercer mandato constitucional de la Argentina.
El último presidente del régimen militar el general  Reynaldo Bignone le entregó los atributos del Poder Ejecutivo de la Nación.


 Alfonsín  sostenía en forma contundente: “La democracia política es una condición fundamental donde el Estado deberá orientar el proceso de desarrollo nacional poniendo énfasis en el proteccionismo económico pero caracterizado por una mínima intervención en la vida pública”.


El Presidente electo nacido en Chacomús, provincia de Buenos Aires el 12 de marzo de 1927, su padre tempranamente lo hizo partícipe oral de los ideales republicanos durante la Guerra Civil Española.


Cursó la escuela primaria en su pueblo y la secundaria en el Liceo General San Martín.


Inició la lucha partidaria en 1945 en la Unión Cívica Radical mientras estudiaba abogacía en la Universidad de Buenos Aires.


Ya abogado en 1950, e casó con Lorenza Berreneche, llegando a tener con ella, seis hijos.


En 1954, el pueblo de Chascomús lo eligió concejal y en 1965 fue designado presidente del radicalismo por la provincia de Buenos Aires.


Después del proceso militar Ricardo Alfonsín fue el primero que salió a la arena política y el 16 de julio de 1982 realizó en la Federación Argentina de Box un importante acto, donde el público siguió su discurso con fervor y entusiasmo político.


El 7 de diciembre el Jefe del Movimiento de Renovación y Cambio, dentro del radicalismo, congregó más de 30.000 personas en el Luna Park.


El futuro presidente había dado los primeros pasos para ganar “la interna radical”.


Un programa progresista con la figura carismática de Alfonsín, alcanzó gran popularidad y se transformó en el eje sobre el cual se volvió se volcaron amplios sectores que esperaban un cambio de estructuras sin cambios violentos.


Su consigna: la firme decisión de construir una democracia pluralista, con el compromiso expreso de democratizar los sindicatos y profesionalizar las Fuerzas Armadas para terminar con el totalismo autoritario.


De ahí en más llevó a cabo las acciones que expresara con palabras al renunciar a su cargo de Presidente de la Nación en julio del año 1989: “Mi conciencia exige atemperar los sacrificios del pueblo mediante el mío personal, sin provocar demoras que puedan entorpecer la transición entre dos gobiernos igualmente democráticos (…) por ello he decidido resignar mi mandato”.


El programa de inversiones, en el económico, se realizaron resultante de la capacidad de ahorro interno y de una selectiva utilización del capital extranjero.


Agrega la historiadora Guadalupe Palacio de Gómez: “El gobierno de Alfonsín fue sacudido por el problema militar: los juicios a las Juntas militares y otros procesos por violaciones de lesa humanidad”,  lo cual ameritó tres motines militares y la necesidad de ceder ante la presión castrense.

Las reiteradas huelgas que llegaron a trece paros generales, convocados por la sindical justicialista, la CGT.


Más allá de las presiones militares, serían los problemas económicos los que pondrían fin al mandato de Alfonsín.


La creación de una nueva moneda, el “austral”, y los planes económicos propuestos por el gobierno no lograron controlar la creciente inflación, que se vio agravada por la caída en los precios de los principales productos de exportación argentinos.


En 1988 Argentina entró en moratoria del pago de su deuda externa y el Banco Mundial decidió suspender su ayuda al país.


En pocos meses, la inflación aumentó de cerca del 10% a casi el 80%, generando inestabilidad social. En medio de una ola de saqueos, Alfonsín anunció el adelanto de las elecciones en mayo de 1989.


Alfonsín representado en minoría en el Congreso, acosado por la hiperinflación incontrolable y al borde del colapso económico tuvo que transferir la presidencia a Carlos Saúl Menen, sucesor electo, antes del término legal de su mandato.”


El ex presidente argentino y líder de la Unión Cívica Radical falleció el martes 1º de abril en su casa, donde estaba en observación tras sufrir una descompensación la noche anterior. El ex mandatario, de 82 años, padecía un cáncer de pulmón.


Por las puertas de su hogar desfiló durante el día una seguidilla de dirigentes y personajes públicos preocupados por la salud del político, y decenas de ciudadanos comunes hicieron guardia a la espera de una noticia que parecía inevitable.

Al conocerse el informe de su muerte, un grupo de vecinos se unió para entonar espontáneamente el himno nacional argentino, entre bocinazos de salutación, velas encendidas y gritos fervorosos: "Raúl, querido, el pueblo está contigo".

alfonsin.html

 

 

 

Bibliografía:

Dr. Sbarra Mitre y Dr. Nicolás de Vedia.”Presidencias y

Presidentes constitucionales”. Biblioteca Nacional. Impreso en  Sipsa.Buenos   Aires,1999.

Alfonsín. Avenida.Topografía:

Corre de N.O a S.E. Desígnase con el nombre Av. Dr. Raúl Ricardo Alfonsín a la nueva traza ubicada en la zona norte, ingreso a la ciudad desde la Ruta Nac. Nro. 34, y que se extiende desde la calle Floduardo Grandoli hasta la calle Luis J. Fontana.

Recuerda al distinguido ex Presidente de la República, que tanto bregó por la restauración de la democracia y la vigencia del estado de derecho.