ALBERINI CORIOLANO (1886-1960)

Desde la época colonial, existieron estudios filosóficos en nuestro país; por ese entonces ligados a la Iglesia Católica siguiendo la orientación tradicional. Los hombres de Mayo estudiaron la filosofía de la Ilustración. En los tiempos de la Organización Nacional predominó el romanticismo y el historicismo.  La generación del 80 fue positivista.

 La creación de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires en 1896, marcó el comienzo de un verdadero interés por las materias especulativas, así los estudios de filosofía adquirieron un carácter profesional a principios del siglo XX.


En 1907, un grupo de jóvenes estudiosos, encabezados por Coriolano Alberini, inició una reacción contra el positivismo en base de doctrinas clásicas y muy modernas: la metafísica.

corolini.html

Coriolano Alberini  nació en Milán, Italia el 27 de noviembre de 1886.


Hijo de una pareja italiana de recursos modestos que emigraban a Argentina, llegó a Buenos Aires en 1887, con solo tres meses. A los tres años, un ataque de poliomielitis lo obligó a usar muletas el resto de su vida.


A los 12 años inició su bachillerato en el Colegio Nacional de Buenos Aires, comenzando en 1906 sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras y en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, que siguió de manera simultánea hasta el 4º año, cuando decidió dedicarse exclusivamente a los estudios filosóficos.


En 1907 escribió una monografía para la cátedra de Ética y Metafísica, a cargo de Rodolfo Rivarola, titulada Amoralismo subjetivo, que fue publicada en 1908 en la revista Nosotros.

En 1908 escribió otra monografía (La raza en el fenómeno económico), esta vez para la cátedra de Sociología, cuyo titular era Ernesto Quesada, que fue publicada en 1911, por la Revista de la Universidad de Buenos Aires, bajo el título de El arrianismo histórico y la economía social.


Realizó estudios en las facultades de Derecho y Ciencias Sociales y en la de Filosofía y Letras.


Dio un examen general en 1911 con una exposición crítica hacia el positivismo, corriente a la que pertenecían todos los miembros del tribunal: el Decano, José Nicolás Matienzo; Alejandro Korn -que todavía no había abjurado de la doctrina spenceriana-, José Ingenieros, Francisco Quesada, Juan Chiabra y Rodriguez Etchart.


Este hecho vino preparado por un ambiente donde el positivismo, aunque declinante, todavía contaba con la adhesión de los profesores (a los mencionados podemos añadir los nombres de Carlos Octavio Bunge, Horacio Piñero, Rodolfo Rivarola, Guillermo Keiper y Alfredo Ferreira), que enseñaban las doctrinas de Spencer, Stuart Mill, Auguste Comte, Giuseppe Sergí y Ernst Haeckel; mientras Alberíni leía a Bergson, los idealistas italianos (Benedetto Croce, Giovanni Gentile, el llamado “padre del fascismo”, y los epistemólogos franceses (p. ej. Émile Meyerson).


Entre 1912 y 1924 dirigió la Revista de la Universidad de Buenos Aires.


En 1918 fue nombrado Profesor adjunto de Psicología y en 1920 asumió la cátedra de Introducción a la Filosofía.


Impulsó la candidatura para el decanato de Alejandro Korn - decano entre 1918 y 1921, período en el cual Alberini fue miembro del Consejo Directivo de la facultad y Ricardo Rojas entre 1921 y 1924.


Desde 1921 y hasta 1923 acompañó como vicedecano a Rojas. A partir de ese año fue delegado en el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires.


También combatió al positivismo en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Plata. En esta institución asumió como profesor de la cátedra de Gnoseología y Metafísica, en ese año.


En 1925 asumió por primera vez como decano, mandato que prolongó hasta 1928 y que repitió entre 1931 y 1932; y entre 1936 y 1940.


En su prolongada labor en la universidad, intervino en la reforma del plan de estudio, en el proyecto del Instituto de Filología, en la creación de la Cátedra de Historia de la Filosofía Contemporánea, impulsó ampliaciones edilicias, trayendo  profesores extranjeros, y creando la sección de didáctica, entre otras acciones.


Como profesor introdujo a los pensadores como Bergson, Croce y Gentile quienes encabezaban una renovación y no lo hizo un simple repetidor de doctrinas, sino que las sometió a una metódica labor de crítica, despertando así, el interés por los estudios superiores.


Dictó conferencias sobre tema filosófico en las universidades de EE.UU. y Europa, pregonando que la auténtica filosofía sólo se encuentra en la obra de los grandes filósofos de la antigüedad; a través de su lectura directa.


Otro de sus grandes abordajes, fue “la cuestión de una filosofía argentina” preguntando “¿Hay una filosofía original gestada en nuestro país? No tenemos tradición filosófica. Apenas empezamos a salir de la colonia filosófica en el sentido espiritual del término. Lo que se ha hecho durante los últimos años fue trasplantar el pensamiento europeo.”


En este sentido, Alberini planteó en profundidad la vinculación entre la filosofía y la Nación, que significó el pensamiento de Juan Bautista Alberdi, quien escribió al respecto.

En el siglo XX, Alberini dio un verdadero empuje a las tareas de investigación de difusión de la filosofía - en los estudiantes del ciclo medio y superior, contrariamente a tiempos anteriores cuando el abordaje filosófico era privilegio de pocos.


Su muerte se produjo en 1960. 


Bibliografía:

Carpio A.: "Principios de filosofía." Buenos Aires, 1974.

Obiols G.: "Curso de lógica y filosofía." Buenos  Aires, 1985.

 

Alberini  Coriolano.  Calle.  Topografía:

Corre de E. a O. desde camino a Villa del Parque hasta Ruta Nac. 34 paralela y al S. de la calle Robles.

En el barrio de Nuevo Alberdi.

Nombre impuesto por D. N° 4671 del  16 de setiembre de 1977

Recuerda del homónimo filósofo, maestro de muchos de los filósofos argentinos contemporáneos.