AGUIRRE JULIAN (1869 – 1924)

Ha sido Julián Aguirre uno de los más finos espíritus musicales de nuestro país, y uno de los compositores argentinos mejor dotados naturalmente.


Compositor y crítico de música, fue uno de los primeros en inspirarse en el folklore nativo y expresarse estilizando la voz musical de nuestra tierra.


Nacido en Buenos Aires, el 28 de enero de 1869, a los cinco años fue llevado por su padre, Juan Aguirre ( quien instaló en la metrópoli un negocio de ventas de piano) donde permaneció hasta los dieciocho formalizando sus estudios de música en el Real Conservatorio y recorriendo el duro camino del aprendizaje académico más ortodoxo y exigente. Fueron sus maestros el concertista alemán Karl Beck en piano, José Aranguren de Arredaño en armonía, Cató en fuga y Emilio Arrieta y Corresa en composición.


En 1889 regresó a la Argentina, casualmente el mismo año que Williams, instalándose durante dos años en nuestra ciudad,donde dio a luz algunos trabajos juveniles, como la Mazurca española y la polca Victoria.


Más tarde anclaría definitivamente en Buenos Aires, dividiendo su actividad entre la creación, la docencia, la crítica y la interpretación.
.Además, lo que resultó más beneficioso para su formación fue su asistencia a tertulias artístico- literarias contactándose con personalidades como Benito Pérez Galdós, Felipe Pedrell e Isaac Albéniz que influyeron decisivamente en su cultura general.


También fue asiduo concurrente al "Ateneo", entidad creada por Rafael Obligado y adonde concurrían Carlos Guido y Spano, Mansilla, Sívori, Larreta, Cárcano y Coronado.


En sus interpretaciones folclóricas arremetió contra las fronteras que separan otros géneros, pero siempre volvió respetuosamente a nuestras raíces, como lo muestran sus producciones: “Aires populares” “Tristes argentinos” “Aires Nacionales” y otros tantos que son modelos acabados de estilización criolla.


Hacia 1906 realizó un viaje de estudios por el norte y habiendo quedado impactado con los paisajes y personajes locales, produjo canciones sueltas como "Zamba", "Canción India", la Huella y el Gato.


La Huella, dedicada a Arthur Rubinstein, es la página pianística más importante del maestro, tanto por su impulso, casi épico, como por la solidez de su construcción.


Fue Julián Aguirre miembro del Ateneo y de la Academia Nacional de Bellas Artes, ejerciendo como secretario y profesor de solfeo y piano del Conservatorio de Música, durante más de dos decenios.


En 1916, a instancias de su esposa, renunció a sus cátedras del Conservatorio para fundar, sin capital alguno, la Escuela Argentina de Música.


El maestro era el prototipo del hombre modesto, al extremo de ser pudoroso de sus propios dones, modestia pura al rehusar ser el primer presidente de la Asociación Wagneriana, cargo que sólo aceptó por la insistencia de Lozano.


Sus crónicas han quedado como ejemplo de análisis y de elevado concepto de crítico musical. Sus principales realizaciones, además de las mencionas fueron “Idilio”, ” Romanza”, “La danza de Belkis” e “Íntima N° 1 y 2” entre otras.

Bibliografía:
Gesualdo V.: “Historia de la música argentina.” Tomo I. Editorial Beta Bs.As., 1961.
García Morillo R.: “Estudios sobre música argentina”. Bs.As. 1984.

Aguirre Julián. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S. desde 5800 a 6199 entre las manzanas rodeadas por las calles Centenario, Pavón, Batlle y Ordoñez y Ayacucho, en el barrio Sáenz Peña.
Se le impuso el nombre por Decr. Nº 22013 del año 1958.
Recuerda al compositor argentino que fue uno de los primeros en inspirarse en el folklore nacional.