Rosarinos v: inquilinos

LA CIUDAD ROSARIO DEL 1900, DESIGUAL EN LA VIVIENDA: ¿CÓMO ERAN Y DÓNDE ESTABAN LOS CONVENTILLOS?

Esas viviendas colectivas estuvieron distribuidas en distintas zonas. Las más conocidas fueron las de Refinería. También eran habitúes las fondas, ¿qué eran?


https://www.elciudadanoweb.com/wp-content/uploads/2022/04/conventillos.jpg


El tema de los alquileres y la escasez de metros cuadrados para sumar viviendas están a la orden del día. La dificultad de encontrar buenos precios, espacios cómodos y una buena ubicación también marcó a Rosario hace muchos años, en un contexto muy diferente, pero con algunas similitudes y parecidas distancias sociales para conseguir un “techo”.


 Rosario transitaba alrededor del 1900 el auge de su economía exportadora primaria y un constante crecimiento demográfico por la llegada de inmigrantes internos y extranjeros.


Las grandes fortunas que se levantaban entonces contrastaban, como ahora, con los pesares de las familias que no accedían a los beneficios del pregonado progreso.


Estas últimas se debatían entre la ilusión de una casa propia y alquilar lo que se podía. Y ahí estaban los conventillos o inquilinatos: construcciones de muchas habitaciones a lo largo de un patio, con espacios comunes para cocinar, baños precarios también compartidos y salida única a la calle.


El historiador rosarino Eduardo Guida Bria señala en el diario  El Ciudadano que la proliferación de los conventillos o “casas de inquilinatos” fue consecuencia del increíble crecimiento demográfico que se produjo desde 1880 hasta 1930, caracterizado por los violentos oleajes migratorios.


Nuevos habitantes atraídos por la gran demanda de mano de obra, la importancia del puerto, el tendido de las líneas férreas, el surgimiento de pequeños comercios, fondas, sastrerías y mayor demanda de oficios.


http://www.elciudadanoweb.com/wp-content/uploads/2022/04/115805347_3231163963637018_6085661066015663583_n.jpg


Guida Bria indica que en el 1900 el municipio de Rosario tenía 6598 casas de familias ocupadas por sus dueños o alquiladas. Otras 579 casas figuraban como desocupadas o en construcción. Existían también 1188 conventillos con cinco piezas o más, 1208 casas quinta y 116 de alojamiento, de las cuales 10 cumplían con los requisitos de hoteles. Las demás eran fondas, posadas y pensiones destinadas a la clase proletaria.


También existían 22 casas de vecindad que eran una especie de vivienda en la que habitaban, en unidades independientes, muchas personas o familias de escasos recursos económicos. En algunos países de Centroamérica sus homólogas eran varias viviendas situadas en torno a un patio o vinculadas por pasillos comunes.


¿Cuánto salía alquilar?
Los alquileres oscilaban entre 6 y 17 pesos, dependiendo de la zona, una fortuna para un peón que ganaba un peso por día.
Los impuestos eran bajos y el capital invertido en la construcción, excluido el precio del terreno, era también irrisorio. Los conventillos tenían pisos de ladrillo o tierra, los techos de paja o zinc y las paredes de ladrillo o madera.


Fueron construidas miles de viviendas con muy distintos grados de precariedad y a veces conectadas a los servicios externos.


En ese reducido ambiente, la familia debía acomodarse para una supervivencia elemental. Comer, dormir, a veces preparar la comida o planchar la ropa y guardarla. También concebir, parir, amamantar y cuidar a los chicos. O pelearse y hasta vivir separados. Todo eso, en 25 metros cuadrados con techo de chapas.


El hacinamiento fue un rasgo distintivo y definitorio del conventillo: habitaciones sin aire ni luz natural, con notorias deficiencias sanitarias y un mobiliario obligadamente reducido por el espacio disponible.


http://www.elciudadanoweb.com/wp-content/uploads/2022/04/116289231_3231164503636964_6939307920893641070_n.jpg


Sección 1ª: Entre las calles Mendoza, Arenales (hoy Paraguay) y el río Paraná. Es la parte más antigua de la ciudad, que engloba el radio céntrico. Concentraba el 24 % de los conventillos.


Sección 2ª: Bv. Seguí, San Martín, Bv. Rosarino (27 de Febrero), Paraguay, Mendoza y el río. El 36% de los conventillos

Los demás conventillos estaban en las zonas más alejadas.

¿Quiénes eran los propietarios de los conventillos?
Nos dice la profesora Guadalupe Palacio de Gómez: "No extraña que ante el rápido engrosamiento de los inmigrantes, en su mayoría sin trabajo y con bolsillos magros creciera el número de inquilinatos vertiginosamente.


Jorge E. Hardoy manifiesta en su informe del Censo Municipal de Conventillos de Rosario, que desde 1895 en adelante, la mayoría de los propietarios eran hombres ricos, algunos comerciantes individuales y otros en sociedad.


Por ejemplo, Lisandro de la Torre, padre del indiscutible líder de la democracia en el país, ganadero, era propietario de dos conventillos.


Luis Pinasco, hijo del fundador del almacén naval Santiago Pinasco era propietario de 5 conventillos, con un total de 42 piezas y 162 inquilinos. Mientras tanto, su primo Benito Castagnino era propietario de tres conventillos.

Finalmente, la firma Chozas y Urtubey figuraba como propietario de 6 conventillos con un total de 53 piezas 126 inquilinos.

Nos debemos juzgar la situación de los inquilinatos, con el corazón o nuestros sentimientos personale, porque los ricos y poderosos siempre devoran sin dudar ni inmutarse a los que menos tienen.