GALES PRINCIPE DE (1894
-1972)
Corría
el año 1925 y Argentina estaba orgullosa porque había recibido
la visita de Albert Einstein y un inglés informal pero con una simpatía
sin igual, Eduardo de Windsor, príncipe de Gales: guapo y famosamente
distinguido, el soltero más codiciado del mundo, quien heredaría
a la muerte de su padre, el trono de Inglaterra.
Para las
adolescentes de la época simbolizaba “El príncipe azul de
los cuentos”, más en la realidad envuelto en los misterios de una
realeza conservadora, vivía en soledad aunque mostrase una vida de fiestas,
saraos y viajes.
El 23 de
junio de 1894, su padre registró su nacimiento en el diario londinense
“White Lodge, Richmond” en estos términos ”A las diez
nació un hermoso niño que pesó ocho libras (3 Kg. 800 gramos)
. Tal vez ese hecho sería el mayor afecto demostrado por Jorge V.
Bautizado
con los nombres Eduardo Alberto Cristián Andrés Patricio David,
muy pronto fue llamado David.
Quienes lo amaron entrañablemente fueron sus abuelos, el príncipe
de Gales y la princesa Alejandra.
Amigo de
sus amigos íntimos, se vio imposibilitado de tratarlos, por el protocolo
de la monarquía. Él mismo diría en una oportunidad: ”La
presión que pone sobre un niño el hecho de crecer en esta pesada
atmósfera de historia, sabiendo que un día será rey, es
única y abrumadora”
Su abuelo murió en 1910 y su padre se convirtió en el rey Jorge
V y por carácter transitivo David se convertiría en el Príncipe
de Gales. La ceremonia tuvo lugar en el Castillo de Carnavon.
Mucho le
costó usar la investidura asignada pensando en sus compañeros
de la Escuela Naval. Por lo que su madre le diría: ”Como príncipe
estás obligado a hacer algunas cosas que pueden parecer un poco ridículas.”
Pasó
a la Universidad de Oxford sin dedicarle un tiempo suficiente al estudio, más
haría golf, tiro al blanco, caza, polo, aprendiendo también a
tocar música con la gaita y el bajo., convirtiéndose en el mejor
bailarín de su grupo.
Durante
la Primera Guerra Mundial, al entrar en el conflicto Inglaterra no le permitieron
asistir, lo que le llevó decirle a su padre: “Me siento avergonzado
de llevar medallas que sólo he ganado a causa de mi posición.
No he participado en la acción y me han mantenido fuera de peligro.”
Durante
seis años visitó 45 países y colonias británicas,
convirtiéndose en una enciclopedia de redes ferroviarias, himnos nacionales,
costumbres, platos típicos de lo más extraños y filiación
política de los países recorridos.
Después
de dos romances frustrados y sin afecto real, en 1934,el año que él
cumplía 40, conoció a Wallis Simpson, una mujer divorciada primero
y después casada con Ernest Simpson.
Después de compartir un interludio de verano David y Wallis solos porque
el marido de ella- a pesar de haber sido invitado, debió partir por negocios
a Nueva York - se enamoraron profundamente, ignorando que sería para
siempre.
Su amor
para el mundo se convirtió en una leyenda porque los aristócratas
de su tiempo no podían aceptarlo.
Al fallecimiento de su padre se convirtió en Eduardo VIII y los matutinos
en sus titulares no se privaban de condenar por unanimidad esa relación.
El rey era censurado y desacreditado.
Entonces Wallis, desorientada y vencida por no poder ingresar a la Casa real,
por su condición de divorciada, decidió romper ese lazo afectivo
con el monarca. Fue entonces cuando Eduardo VIII, aceptando la imposición
del Parlamento, optó por abdicar a favor de su hermano, duque de York.
Su Alteza
Real renunciaba al trono de Inglaterra para sí mismo y sus sucesores.
En el mensaje de despedida el día 10 de diciembre de 1936 expresó
al pueblo: “ Sean mis primeras palabras para declarar mi lealtad hacia
él (el nuevo rey) lo que hago de todo corazón…” culminando
así ¡Dios salve al Rey!
Al año
siguiente el 3 de mayo de 1937, llegaba a la señora Simpson la sentencia
de divorcio.
Un mes después, el 3 de junio todas las casas se solidarizaban con el
amor de ellos, desplegando banderas inglesas y carteles que rezaban:”Felicidades
para el duque de Windsor y la señora Warfield.”
Primero
tuvo lugar la ceremonia civil y después la religiosa augurándoles
el pueblo británico “paz y amor hasta que la muerte los separe”.
Aquel pintoresco Príncipe de Gales, murió en Neuilly, Francia
el 28 de mayo de 1972.
Bibliografía:
Archivo diario La Prensa. Ediciones 1972.
Gales
Príncipe de. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S. desde 2800 hasta 3299; ala altura de Amenábar 3100,
paralela a Av. Francia 3000.
Se le impuso ese nombre por D. 24564 del año 1960.
Recuerda al Príncipe de Gales que abdicó el trono de Inglaterra
por amor a Wallis Simpson.